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Hay muy pocos monstruos que garanticen los miedos que les tenemos

(André Gide)

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Las mujeres barbudas o con mucho pelo fueron personas extrañas para la ciencia de otros siglos y buen tema para el arte y las leyendas. Hoy se sabe que el hirsutismo o presencia de barba en el rostro femenino, se debe a un exceso de andrógenos causados, entre otras cosas, por ovarios poliquísticos que, al no estar en buen funcionamiento, producen hormonas masculinas. La hipertricosis o síndrome del hombre lobo, enfermedad más rara todavía, produce pelo en todo el cuerpo.

Hasta el siglo XIX a las mujeres que padecían de estas enfermedades se las pintó en los cuadros y más o menos estaban integradas en la sociedad como criaturas excepcionales. Pero a partir de ese momento se convierten en atracciones cirquenses y se exhiben al público como monstruos.

Te muestro algunos ejemplos en el arte

La princesa barbuda

(Abre numa nova janela)
Hyeronimus Bosch. Tríptico de la crucifixión de santa Wilgefortis. 104×119 cm. 1497. Galeria de la Academia. Venecia.

La religión católica nos cuela historias fantásticas que, normalmente, no dejan a las mujeres en buen lugar. Como esta de santa Wilgefortis, más popular en Italia como santa Liberata. Pintada a principios del siglo XV por Hieronymus Bosch, conocido como El Bosco (1450-1516), relata la historia de una mujer del siglo VII a quien su padre, un rey portugués, quería casar aunque ella quería ser casta y monja.

Así que Dios, que es hombre y comprensivo, le hizo crecer la barba en una sola noche para que pareciera más fea y pudiera evitar la boda. Claro que fue ella quien en oraciones le había pedido que la deformara de alguna manera para no gustar a los hombres. Entonces el padre convencido de que su hija no solo era barbuda sino también bruja la mandó crucificar. Moraleja: lo mejor es gustar a los hombres y a tu padre, porque sino…

El culto a esta santa inventada dejó de practicarse en 1969, después del Concilio Vaticano II, pero puedes encontrar multitud de cuadros y esculturas de la fábula realizadas a través de siglos. El Bosco fue un pintor enamorado de las historias fantásticas y con obras sorprendentes por su imaginación y originalidad, del que seguro que conoces El jardín de las Delicias (Abre numa nova janela), una de las obras estrella del Museo del Prado.

La niña lobo

Lavinia Fontana. Retrato de Antonietta Gonsalvus. 54,5×47 cm. 1575. Museo de Bellas Artes. Castillo de Blois.

Antonietta (o Toñina) Gonsalvus (o Gonzales) heredó, junto a tres de sus hermanos, esta rara enfermedad de su padre, que fue el primer caso de hipertricosis documentado de la historia. La conocemos porque la pintora italiana Lavinia Fontana (1552-1614) nos dejó este magnífico retrato de Toñina a la edad de 15 años, el cual no fue el único porque existen grabados y alguna otra pintura, también de otros artistas, por el gran interés en representar personas extrañas.

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Tópico Iconografía y mitologías

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