Tanto para tocar el piano como para pensar hay que practicar a diario
(Charlie Chaplin)
Te gustaría entender de arte sin tener que descifrar libros pesados? Cada martes te cuento una historia del arte diferente, amena pero rigurosa para aprender sin esfuerzo. Afíliate y descubre todos los secretos. Historias para valientes.
Estimada/o amante del arte:
A finales del siglo XIX las mujeres bien situadas se formaban musical o pictóricamente en las Academias femeninas. Hubo una avalancha de cuadros de ellas tocando el piano, sobre todo en Francia. Desarrollar esta habilidad aumentaba sus posibilidades de encontrar un buen marido, pero también su visibilidad en la sociedad. Algunas, como Clara Schumann, se dedicaron profesionalmente al piano, pero la gran mayoría fueron aficionadas.
La escena se vio revolucionada con la invención del piano vertical o de pared, también llamado Pianino, que sustituyó al pianoforte más aparatoso, reservado a las clases altas. Por sus características pudo entrar a formar parte del mobiliario de los salones y se popularizó su enseñanza a través de profesores a domicilio. Repasemos algunos cuadros sobre el tema.
Un piano de la alta sociedad
(Abre numa nova janela)Adèle Romany. Retrato de una dama ante el pianoforte. 129 × 94 cm. 1808. Museo de Bellas Artes. Boston
Este era el modelo habitual del pianoforte reservado a la alta sociedad. El cuadro está pintado por Adèle Romany (1769-1846) y retrata en detalle la riqueza del vestido de la dama y el gesto delicado de su mano sobre una de las teclas. Este instrumento en concreto se construyó en Paris a finales del siglo XVIII y probablemente era el de la propia pintora, pues aparece en varios de sus cuadros. En el Autorretrato con su familia posando delante del castillo de Juilly (Abre numa nova janela)de 1804 puedes verlo con detalle.
Romany representa aquí algo más que una dama con su piano. Ilumina al personaje con dramatismo: fondo oscuro contrastando con el blanco del vestido. Quiere hablarte del poder sensible de la música con el gesto y expresión de la dama, pero también de la grandeza de su propio arte pictórico, capaz de atrapar cada detalle de la escena y las texturas de la tela. Está presentándote una mujer especial pintada por otra mujer no menos cualificada, vista con ojos minuciosos y su deseo de trascender la escena.
Adele Romany fue una gran retratista ligada a la Comedia francesa, pues pintó muchos actores, músicos y artistas e hizo multitud de miniaturas. Su obra se está recuperando, pues al morir cayó en el olvido más absoluto.
Un piano para escuchar
Berthe Morisot. Julie escuchando.
Berthe Morisot (1841-1895) es una de las grandes pintoras impresionistas. Julie Manet es la niña que ves escuchando en este cuadro, su única hija, que también llegará a ser pintora más adelante. Aparece toda su vida en las obras de su madre, que la pinta jugando de niña, observando a su nana bordar o dejándose peinar por ella y ya de adolescente tocando el violín con largos cabellos. Existen varios bocetos y pinturas sobre esta obra, por eso se sabe quién es la pianista: su prima Jeannie Gobillard, la futura mujer del poeta y filósofo Paul Válery.
Afíliate para desbloquear todo el contenido y disfrutar de extras especiales. Tu apoyo es valioso, ¡GRACIAS!
Quiero afiliarme ahora (Abre numa nova janela)
Já é um membro? Iniciar sessão (Abre numa nova janela)