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Se me ocurrió mientras montaba en bicicleta

(Albert Einstein)

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Estás tan acostumbrado a la bicicleta que no te das cuenta de que su uso fue revolucionario, porque cambió la manera de entender el mundo, especialmente para las mujeres. Te cuento cómo los artistas se plantearon, gracias a ella, representar la velocidad en la pintura y el movimiento en la escultura. Y cómo su estructura tubular marcó la obra del pintor Fernand Léger.

Una máquina realmente revolucionaria

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Jean Beraud. Chalet ciclista en el Bosque de Boulogne. 63 × 74,5 cm. 1900. Museo Carnavalet. Paris.

Jean Beraud (1849-1935) fue un artista ruso que vivió casi toda su vida en Paris y sus cuadros te permiten asomarte a la vida de esa ciudad: el bullicio de sus calles y parques, así como las gentes y la cultura de los bulevares, teatros, cafés y salones de la llamada “Belle Epoque”. En esta escena te haces una buena idea del tema de hoy: la bicicleta.

El velocípedo o “draisiene” lo inventa en 1818 el barón Drais de Sauerbron. Es una máquina de dos ruedas que hay que empujar con los pies en el suelo. Pero en 1861 a Pierre Michaux se le ocurre la idea, al estar reparando un velocípedo, de incorporarle dos pedales para accionar la rueda trasera. Tanto su éxito como la terminología relacionada con caballos perduran hasta hoy.

Lo más asombroso de las bicicletas es que fueron objetos revolucionarios, porque contribuyeron a la igualdad de géneros. Las mujeres pasaban la mayor parte del tiempo en casa y no debían llamar la atención en las calles ni caminar rápido. Pero se subieron a las bicicletas y rompieron todos los esquemas. Incluso cambiaron sus faldas por los pantalones llamados “bloomers”, que puedes ver muy bien en esta pintura, para poder conducir cómodamente el vehículo.

En 1894, la joven de 24 años Annie Londonderry partió de Boston sola con su bicicleta y dio la primera vuelta al mundo recorriendo America del Norte, Asia y Europa. Esta aventura de quince meses fue reflejada en la prensa mundial y marcó un punto de inflexión en la lucha por los derechos de las mujeres.

La velocidad del rayo entra en el arte

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Natalia Goncharova. El ciclista. 78×105 cm. 1913. Museo Ruso San Petersburgo

El ciclista es uno de los cuadros más conocidos de la pintora vanguardista ruso-francesa Natalia Goncharova (1881-1962), en la que experimenta el movimiento y la velocidad a partir de colores vibrantes y de reproducir varios perfiles del personaje, acentuando el dinamismo.

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Tópico Arte y objetos/animales

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