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Me encontré, me hice a mí misma y dije lo que tenía que decir

Suzanne Valadon (1865-1938)

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Suzanne Valadon. Autorretrato. 1911

Nací en el centro de Francia y mi nombre es Marie Clementine. No conocí a mi padre y crecí en París, exactamente en Montmartre. Casi no salí de allí. Pronto dejé de ir al colegio para ganar algo de dinero y ayudar a mi madre. Éramos muy pobres. De modista o camarera me pagaban poco, pero tuve la suerte de encontrar el circo. Yo era muy flexible y de cuerpo pequeño por lo que se me daban muy bien las volteretas. Tenía por fin una carrera por delante, pero me caí del trapecio y ahí terminó.

En Montmartre había muchos pintores. Los observaba trabajando en la calle y los imitaba. Tenía quince años cuando empecé a posar para artistas como Puvis de Chavannes, Renoir, Modigliani, Degas, Berthe Morisot y otros muchos. El primero me pintó hasta doce veces en su cuadro “La arboleda sagrada, amante de las artes y las musas” (Si apre in una nuova finestra)y con Renoir bailé en sus cuadro (Si apre in una nuova finestra)s, me paseé bajo la lluvia (Si apre in una nuova finestra) o me trencé el pelo (Si apre in una nuova finestra). Modigliani me sacó como una señora (Si apre in una nuova finestra) y Rusiñol como la persona divertida que era (Si apre in una nuova finestra). Yo les observaba y aprendía todo lo que podía de ellos.

Todos admiraban mi cuerpo y muchos me deseaban. Con 18 años tuve a mi hijo Maurice, así que vivíamos los tres juntos, con mi madre. Siete años tardó su padre, el pintor Miquel Utrillo, en reconocerlo aunque se lo pedí insistentemente. Nunca se ocupó de su hijo. Cuando Toulouse-Lautrec se vino a vivir al mismo edificio vio mis dibujos y mis cuadros y decidió enseñárselos a Edgar Degas, quien se empeñó en que los expusiera. Eso inició mi trayectoria como pintora y él fue mi primer coleccionista.

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Argomento Artistas

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