Por qué Atenea se enfada con Aracné y la convierte en araña
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Estimada/o amante del arte:
Desde que se inventó el cine puedes entender el paso del tiempo, observando imágenes sucesivas. Con Benjamin Button, creíste posible invertir la idea clásica de que una persona nace joven y muere vieja. Pero cómo representar el tiempo en un cuadro? Entra en el cuadro La fábula de Aracné, también llamado Las hilanderas, y te cuento cómo Diego Velázquez representa dos momentos que ocurren en tiempos distintos.
(Öffnet in neuem Fenster)Diego Velázquez. Las hilanderas o la fábula de Aracné. 220x289 cm. 1655-60.(Pulsa en la imagen para agrandarla).
En la narración mitológica hay dos mujeres protagonistas: Atenea/Minerva y Aracné. La primera es la diosa de la guerra, el arte y la artesanía y la segunda es una mortal. Atenea le enseña a Aracné el arte de tejer y ésta lo domina tan pronto y bien que niega a su maestra y se atreve a retarla, porque quiere demostrar que ella es la mejor de las dos. Pero, para darle una lección y no ser reconocida, la diosa se presenta ante ella como una anciana y ambas compiten tejiendo. Atenea se enfada al verse superada, rompe el tapiz de Aracné y la castiga, convirtiéndola en una araña.
Velázquez, quiere representar la historia completa y, para ello, tiene que pintar el tiempo. Así que, junta dos escenas en el mismo cuadro lo que, para sus contemporáneos, que no habían visto jamás una película, no era fácil entenderlo. Para ser comprensible, el artista se ayuda de dos recursos: primero, un guion fantástico, en el que una diosa puede aparecer como una anciana (en primer plano del cuadro) o con casco y sus atributos guerreros (en el plano del fondo). Y segundo, una gama de colores muy distinta para cada escena, y así, nos muestra simultáneamente las mismas actrices en dos momentos temporales. En primer plano los colores son más contrastados y la escena es más nítida. Al fondo los tonos se aclaran y todo parece tener menos definición. Con ese recurso, el pintor agranda el espacio del cuadro y consigue una gran profundidad. La diferencia de tamaños de las figuras también contribuye a ello. En esa escena del fondo, una mujer a la derecha te mira directamente como espectador. Esto es importante para conectar ambas escenas y decirte que, allí atrás, hay una escena de verdad, no es una decoración o algo imaginado.
Además, el artista consigue otra novedad: representar la velocidad de la rueca y su movimiento giratorio con pocas pinceladas. Se ha propuesto pintar este reto y, para ello, elige el momento de la historia en que las mujeres están preparando la lana y no tejiendo.
Velázquez crea un cuadro complejo. Pulsa en la imagen para ver mejor los dos angelitos volando al fondo y un pañuelo rojo agitándose. Se trata de la reproducción de un cuadro de Tiziano pintado 100 años antes: El rapto de Europa, (que está en el Museo Isabella Stewart Gardner de Boston). Con ello, introduce también otro momento de la historia del arte, al permitirse una metapintura, es decir, reproducir otra pintura dentro de la suya pero, acorde con el guión, convertida en tapiz. Aquí abajo puedes ver el cuadro de Tiziano.
(Öffnet in neuem Fenster)Tiziano. El rapto de Europa. 178x205 cm. 1559-1562. (Pulsa en la imagen para verla mejor)
Cuando visites el Museo del Prado, disfruta de la maestría de La fábula de Aracné y sigue buscando sus detalles. Te diré que ya contiene el tipo de pinceladas que inspirará a los impresionistas un par de siglos después. También en el Prado está la copia que hizo Rubens del mismo cuadro de Tiziano, unos 30 años antes de que Velázquez pintara su obra.
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Carmen