Cómo un solo cuadro puede inspirar artistas de todas las épocas
Cada martes te cuento en este boletín noticias, curiosidades o secretos para acercarte al arte. Hoy trata de cómo el trabajo de un artista puede inspirar el de muchos otros, aunque no vivan en la misma época.
Estimada/o amante del arte,
Antes de inventarse la fotografía, la pintura ha sido el medio para poder conocer a los personajes de todas las épocas. Los aristócratas se hicieron retratar solos pero también con sus familias. En la historia de la pintura española, existe un cuadro de una familia pintado por Diego Velázquez que ha marcado a muchos pintores. Te muestro cómo.
El gran homenaje a la Pintura
Aunque su título es La familia de Felipe IV, el cuadro, pintado en 1656, se conoce también como Las Meninas y es la obra maestra de Diego Velázquez (1599-1660). “Meninas” es un término portugués para definir a las damas de compañía que aparecen a los lados de la infanta. El artista quería demostrar al mundo que ser pintor no era una mera habilidad, sino un trabajo intelectual. Es el gran homenaje a la misma Pintura. Por eso te sitúa ante una obra en la que tienes que usar tu concepto espacial y tu imaginación para entender lo que está pasando.
En el centro, puedes ver un espejo en el que se distinguen las figuras del rey y de su mujer Mariana. La pareja real es lo que Velázquez está pintando en el gran lienzo que aparece a la izquierda. Tú, como espectador, estás viendo lo mismo que los reyes: que la infanta Margarita y su pequeña corte han entrado en la estancia para ver trabajar al pintor y a sus padres posando. Se trata de la familia real al completo y Velázquez se coloca también en escena, como si fuera parte de la realeza. El personaje en la escalera del fondo es otro empleado de palacio, el encargado de abrir y cerrar las puertas, tarea que comparte con el propio Velázquez. Es decir, que el artista decide meter no sólo a su amigo y colega en el cuadro real, sino también a todos los sirvientes de la infanta y hasta el perro.
Fíjate que la acción ocurre en la mitad inferior del lienzo y que en la mitad superior no ocurre nada y ese vacío da grandiosidad al conjunto. Observa también la iluminación y la profundidad. Y si puedes, pásate por Madrid para observar la impresionante obra en directo.
El primer homenaje a Velázquez
La familia de Carlos IV al completo aparece aquí casi 150 años después de Las Meninas posando para el pintor Francisco de Goya (1746-1828). En realidad, Goya quiere hacer un homenaje a Velázquez y al mismo tiempo, usar el mismo truco que él, para pintarse también entre los miembros de la familia real. Se sabe que fue pintando los personajes por separado y que no estuvieron posando juntos, así como los ves. Goya se pintó casi en la penumbra, de forma más tímida que Velázquez y también tras su lienzo.
La estancia elegida por Goya es menos opulenta, no hay tanto espacio vacío. El artista quiere conseguir que las personas de la familia real parezcan una familia normal y cercana a sus súbditos. Goya es un maestro en retratar los caracteres y te invito a que te adentres en sus biografías y veas lo mucho que expresan sus rostros. El personaje de azul a la izquierda es el futuro Fernando VII, el rey absolutista que trajo tantas desgracias al país y al propio artista, que tuvo que exiliarse a Burdeos al final de su vida.
La familia del pintor
El primer trabajo que consiguió Joaquín Sorolla y Bastida (1863-1923) fue colorear fotografías en el estudio de su futuro suegro. Esta actividad, aparte de fomentar su habilidad con los pinceles, en el tiempo en que la fotografía era bastante nueva y en blanco y negro, le llevó a conocer al amor de su vida: su futura esposa Clotilde. Ella fue, no solo la madre de sus dos hijas y su hijo, sino también su manager en todos los sentidos, pues igual le conseguía exposiciones por todo el mundo que llevaba la economía familiar. A ella se debe también el museo que lleva el nombre del artista en Madrid y la donación de todas sus obras.
Sorolla fue un gran retratista, además de un maestro de la luz. A Clotilde la retrata en unas 80 ocasiones y también a los hijos juntos y por separado y en todas las edades. Este cuadro de 1901 es especial, porque también quiere homenajear a Velázquez. Seguro que ya puedes ver de qué manera. Sí, la luz destaca la figura infantil en blanco, tiene una gran profundidad y el pintor utiliza también el recurso del espejo al fondo para aparecer también en el cuadro. Pero el mensaje es otro. La familia propia es lo más importante para él y así quiere que tú lo sientas como espectador. Así que el pintor se sitúa a tu lado para contemplar a su familia. Sorolla solo es el reflejo al fondo, pero al mismo tiempo, está ocupando el lugar de los reyes en el cuadro velazqueño.
En este 2023 se celebra el centenario de su muerte. Sorolla fue un pintor naturalista de fama internacional que triunfó en toda Europa y en Nueva York. Te recomiendo hacer un recorrido virtual por centenariosorolla.es (Öffnet in neuem Fenster) y las exposiciones en su honor.
Picasso y sus Meninas
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