Las alegrías súbitas, como las penas, desconciertan

Daniel Defoe

Cada martes, profundizas en un tema a través de varias obras de arte. Semana tras semana, te sientes más seguro y convertirte en un experto está a tu alcance. Recuerda que el arte no es solo para unos pocos.

😀 Si te gusta esta newsletter compártela con tus amistades porque solo puedo seguir escribiéndola con vuestro apoyo. Ninguna editorial la financia. Aquí puedes suscribirte. Gracias! 🙏🏽

Estimada/o amante del arte:

Seguramente has observado que en los desfiles de moda las modelos no expresan emociones en sus rostros. Solo en muy pocas ocasiones se les permite sonreír o hacer algún gesto. Por lo general, se les exige una expresión neutra que no distraiga al espectador de lo realmente importante: la ropa y el trabajo de los diseñadores. Cuando se consigue la uniformidad en los gestos, la colección se percibe como un conjunto coherente.

El arte, en casi todas sus épocas, ha representado expresiones neutras en los personajes, tanto en la pintura como en la escultura. Esto se debe, además de a la búsqueda de la belleza, a una finalidad similar a la del desfile de moda: presentar la obra sin distracciones.

Ten en cuenta que en el Renacimiento y el Neoclasicismo se valoraba la armonía y el equilibrio, y que en los retratos predominaron las expresiones neutras para evocar la perfección. De esta forma, el espectador podía proyectar sus propias emociones sobre esa neutralidad de las obras. Solo en el Barroco, y sobre todo en las obras religiosas, los artistas se permitieron más licencias emocionales en sus personajes para transmitir un mensaje adoctrinador.

Acompáñame en este recorrido por los gestos de los personajes de las obras de Franz Xaver Messerschmidt, Joseph Ducreux, Gustave Courbet y Esther Ferrer.

Gestos grotescos

Franz Xaver Messerschmidt. Cabezas de carácter. 1770-1783. Sammlung Belvedere. Viena.

Franz Xaver Messerschmidt (1736-1783) fue un escultor alemán que trabajó casi toda su vida en Viena. Allí creó una serie de cabezas llamadas de carácter o fantásticas, que muestran exageradas expresiones de emociones como el dolor, la sorpresa, el terror, la ira, la risa o la desesperación. Estas obras constituyen un conjunto muy avanzado para su tiempo y presentan un enfoque único del retrato escultórico que no se volverá a ver en la historia del arte hasta la llegada del arte contemporáneo del siglo XXI.