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Toda gran historia comienza con una serpiente

(Nicolas Cage)

Cada martes, profundizas en un tema a través de varias obras de arte. Semana tras semana, te sientes más seguro y convertirte en un experto está a tu alcance. El arte no es solo para unos pocos. Afíliate y descúbrelo:

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Ya conoces cómo comienza la historia del cristianismo: en un paraíso apareció una serpiente tentadora con una manzana… Pero no fue la única. Hay más serpientes que llenan las culturas antiguas y, además, se conocen por su nombre. En Egipto, la cobra Wadjet fue la serpiente protagonista, mientras que en la Australia aborigen se llamó Arcoiris. Quetzalcóatl fue la serpiente de la mitología azteca, Kukulkán de la maya y Jörmungandr de la cultura nórdica.

Las serpientes, seres enigmáticos y de presencia multifacética, aparecen en la iconografía y el simbolismo de muchas culturas. Ocupan la mitología, la religión y el arte. Sus significados van desde la sabiduría, la regeneración (por su capacidad de mudar la piel) y la buena fortuna hasta el peligro y la tentación. Es decir, son agentes duales, tanto de destrucción como de renovación y curación.

Hoy te invito a recorrer algunos cuadros de nuestra cultura occidental con serpientes. Cada uno tiene un simbolismo diferente.

(No olvides pinchar en las imágenes o los textos subrayados para abrir los enlaces).

La serpiente llamada Eva

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Giuliano di Piero di Simone Bugiardini. Eva. (Detalle) 1520. The Met. New York

En el Génesis, la serpiente es el instrumento a través del cual el pecado entra en el mundo. Pero la historia, escrita por hombres, necesitaba una culpable mejor: la mujer, la Eva de todas las desgracias. Surgen dudas sobre quién fue realmente la tentadora: ¿la serpiente, representación del demonio, o la mujer que ofreció la manzana de la serpiente a su pareja con el afán de compartirlo todo con él?

El italiano Giuliano Bugiardini (1475-1555) nos lo aclara mejor que muchos pintores con esta versión y transforma la cara de la serpiente en la de Eva, haciendo de ambas una sola cosa, de modo que serpiente = Eva y Eva = serpiente. A partir de ahí, la historia de las mujeres ha tenido ese toque de malignidad en todas las épocas. Y, como consecuencia, la de los hombres, el de victimismo.

Como era habitual en la Edad Media y el Renacimiento, la serpiente aparece aquí enrollada en el árbol del conocimiento, dentro del jardín del Edén. En el libro del Apocalipsis se identifica bien a la serpiente como símbolo del mal y la oposición a Dios. Como todas las buenas historias, necesita de un desenlace: el triunfo sobre el mal, que se identifica con la crucifixión y resurrección de Cristo. Esto equivale a la salvación y la vida eterna para sus fieles. ¿Hay un premio mejor? Ninguna religión perdura sin una buena historia.

(Pulsa la imagen para ver el cuadro completo).

La influencer del Renacimiento

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Tópico Arte y objetos/animales

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