El sol nunca ve la sombra
(Leonardo da Vinci)
Cada martes, profundizas en un tema a través de cuatro obras de arte. Semana tras semana, te sientes más seguro y convertirte en un experto está a tu alcance. El arte no es solo para unos pocos. Afíliate y descúbrelo:
Estimada/o amante del arte:
El culto al sol ha sido una constante en muchas culturas. Los egipcios asociaban al dios solar Ra con la creación. Para los incas, su dios se llamó Inti, y sus gobernantes eran los sucesores directos. Los aztecas le llamaron Tonatiuh, cuyo famoso rostro está en el centro de su calendario. Los japoneses siguen llevando en su bandera el círculo rojo del sol o Hinomaru, símbolo de la espiritualidad del país.
En el Renacimiento, Fra Angélico utilizó los rayos solares (Abre numa nova janela)como símbolo divino en su “Anunciación”. Jacopo Tintoretto eligió un eclipse total de sol (Abre numa nova janela) para su “Crucifixión” y simbolizó el dolor con un evento cósmico. El artista Claude Monet utilizó el sol para pintar el primer cuadro impresionista de la historia, al que tituló ”Impresión, sol naciente” (Abre numa nova janela).
Hoy puedes ver cómo han representado el sol las artistas Hilma af Klint, Frida Kahlo y Nancy Holt, y el artista Olafur Eliasson.
Contactar con lo divino
Hilma af Klimt. Cuadro para altar N° 1. 1915
Nueve años dedicó la artista sueca Hilma af Klint (1862-1944) a pintar unos 200 cuadros destinados a un templo que ella imaginó en forma de espiral. Este cuadro es uno de los importantes y estaba destinado al altar y de los últimos de esa serie. En él ves una gran pirámide de colores triangular que asciende hasta un sol pintado en oro. El triángulo se fusiona con el círculo contactando lo divino y lo humano.
Después de ocho décadas de su muerte se suceden las exposiciones de su obra. El K20 de Düsseldorf acaba de exponerla junto a Kandinsky, (Abre numa nova janela) después de la gran exposición que le dedicó el Museo Guggenheim de Nueva York en 2019, que batió récord de visitas. Es muy emocionante pensar que ella imaginó sus cuadros para un templo en forma de espiral y que, 100 años después, se hiciera realidad precisamente allí, en el único museo con esa forma.
Af Klint fue la primera persona en despojar a los cuadros de contenido representativo. Kandinsky llegó más tarde para ponerle un nombre: el arte abstracto, al que seguirían Mondrian, Malevich y tantos otros. ¿Por qué no sabíamos nada de ella? Primero, y sobre todo, porque es una mujer y segundo, porque ella no expuso sus cuadros en vida y dejó escrito que no se mostraran antes de que hubieran pasado dos décadas de su muerte. Estaba convencida de que el mundo no estaba preparado para verlos.
Imagínate una serie de cuadros de más de tres metros de alto con un contenido que nadie había soñado antes. Kandinsky nunca se atrevió con esos tamaños que ella tuvo la valentía de utilizar. Su motor fue la espiritualidad del arte, a la que también aludió el pintor ruso en su libro con ese título: ”De lo espiritual en el arte” (Abre numa nova janela). El sol, tema de esta semana, es el motivo perfecto para acercarte a esta artista y te invito a seguirla porque es excepcional.
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