Una buena conversación debe agotar el tema, no a los interlocutores
(Winston Churchill)
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Winston Churchill te invita a reflexionar sobre el verdadero propósito de conversar: intercambiar ideas, escuchar activamente y con empatía y responder con relevancia. En esta era digital que vivimos cada vez se hace más difícil conversar. No hay tiempo para escuchar ni explorar temas en profundidad, porque eso implica un compromiso mutuo entre las personas de debatir y contemplar las perspectivas de la persona que tienes enfrente con las que, quizás, no estés a gusto.
Cuando se logra ese nivel de compromiso es posible llegar a un entendimiento que enriquezca a los participantes y motive a generar nuevas soluciones a problemas difíciles. Por eso se dice que la conversación es también un arte.
Hoy te muestro cuatro obras de mujeres que apostaron por la conversación para mejorar el mundo, el suyo personal y el de su tiempo. Son las de Vanessa Bell, Ángeles Santos, Dora Maar y Alice Jorge. Únete a este viaje en el que la pintura se transforma a través de la comunicación.
Una conversación transgresora
Vanessa Bell. Interior con Clive Bell y Duncan Grant bebiendo vino. 1918-19. Birberck, Universidad de Londres.
Vanessa Bell (1879-1961) es una artista relevante en el arte moderno británico, co-fundadora del Grupo de artistas de Bloomsbury. Este era el nombre del barrio donde Vanessa y sus hermanos, Virginia y Adrian se mudaron al quedar sin padres. Descontentos de la vida tradicional invitaban a sus amistades, artistas y literatos, y de ahí surgió el grupo más influyente de la cultura inglesa. Defendían los derechos de los homosexuales, el matrimonio abierto, la presencia de las mujeres en las artes y todo lo que no era convencional en su época. La figura más importante fue su hermana, la escritora Virginia Wolf.
Vanessa Stephen adoptó el apellido de Clive Bell al casarse con él en 1907, con quien tuvo dos hijos. El artista escocés Duncan Grant que tenía una relación sentimental con su hermano Adrian, se mudó a la casa con el matrimonio en 1914 ya que Vanessa Bell y Grant se apoyaban mutuamente con sus ideas artísticas. Ambos, junto a Robert Fry, consiguieron equiparar las artes aplicadas al arte. Además, tuvieron una corta relación de la que nació una hija en 1918, que fue adoptada por Clive para evitar problemas legales.
El cuadro te muestra a los dos hombres en la vida de Vanessa Bell charlando relajadamente mientras beben una copa de vino. Son su marido y su amante, ambos padres de sus hijos. Bell está afirmando sus valores transgresores y subrayando la camaradería entre los tres. El cuadro refleja bien su estilo de colores armónicos pero intensos y su interés por capturar el ambiente doméstico en sus temas, algo que siempre defendió y por lo que su obra se vio silenciada durante mucho tiempo.
Una conversación amistosa
(Si apre in una nuova finestra)Ángeles Santos. La tertulia. 130 × 193 cm. 1929. Museo Reina Sofía. Madrid.
Ángeles Santos (1911-2013) tenía 18 años cuando pintó este cuadro, uno de los más trascendentes de su carrera, porque representa la audacia creativa que caracterizó el periodo de entreguerras en España. En ese momento, Santos estaba influenciada por las corrientes vanguardistas y buscaba explorar la identidad femenina y su dinámica social. Esas cuatro figuras son representaciones de la mujer moderna, dispuesta al intercambio de ideas y a vestirse y llevar su pelo a la última moda, lejos de convenciones.
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