Si tu amigo es un rey portugués, puede que te regale un elefante

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Seguro que te fascinan los elefantes por ser los animales terrestres más grandes, pero también por su forma peculiar. "El hombre elefante" cuenta la historia real de Joseph Merrick, un hombre deformado del S.XIX, que David Lynch filmó en 1980 y que no debes perderte. También puedes viajar de la mano de José Saramago a través de su libro "El viaje del elefante" , siguiendo las peripecias de Salomón caminando a través de la Europa del siglo XVI.

Hasta entonces, aunque el cartaginés Anibal ya había cruzado los Alpes en el 200 a. C. con 37 ejemplares, pocas personas en Europa habían visto uno. Por eso, las representaciones de la Edad Media responden a descripciones narradas y están llenas de fantasía. Un elefante dentro de una boa es también el primer dibujo de un piloto que encuentra a un principito en el desierto y que le sirve para explicar que, a veces, las cosas no son lo que parecen. Te cuento como algunos artistas han mostrado su fascinación por estos gigantes.

Elefantes con largas patas de araña

Salvador Dalí. Las tentaciones de San Antonio. 90 x 120 cm. 1946.

San Antonio fue un monje que vivió en el siglo III, pero se puso de moda en el siglo XIV a través de La leyenda dorada, el libro más copiado de la Edad Media, donde se narran las tentaciones que sufre en el desierto. El tema ha sido representado por muchos pintores. Mira las obras de Jan Bruegel, El Bosco o Salvator Rosa como ejemplos, porque desbordan imaginación.

También Salvador Dalí (1904-1989) elige el tema y lo representa con cinco elefantes que portan algunas de las 7 tentaciones para el eremita: orgullo, avaricia y lujuria. Aquí se convierten en seres ligeros que se mueven con patas de araña. El santo aparece desnudo, haciendo frente al peligro con la cruz católica. ¿Crees que ese frágil hombre conseguirá vencer las monumentales tentaciones?

Dalí había leído "La interpretación de los sueños" de Sigmund Freud, lo que le marcó profundamente, porque le sirvió para crear su "método paranoico crítico". Se trataba de atrapar las imágenes que pasaban por su subconsciente y representarlas con sentido. Así creó sus pinturas surrealistas. Este cuadro fue pintado en Nueva York para ser presentado a un concurso en el que ganó Max Ernst.

Elefantes que unen personajes surrealistas

Max Ernst. El elefante Celebes. 125 x 108 cm. 1921. Tate Modern. London

El poeta Paul Éluard le compró este cuadro a Max Ernst en 1921 en su casa cerca de Colonia , cuando le visitó junto a su esposa Gala, un año antes de que el artista se mudara a París. A Éluard le gustó tanto el pintor que, además de convertirse en su coleccionista, le pidió a su mujer que se acostara con él, como señal de buena amistad. Así que durante un tiempo la compartieron hasta que llegó Dalí y les robó a Gala, para convertirla en la única mujer de su vida. Así funcionaba el surrealismo.

El elefante Celebes es una de las primeras pinturas de Max Ernst en la que sigue un método de collage para confeccionar el tema. La forma potente y redondeada es la de un granero metálico que Ernst encuentra en un catálogo. Le añade ese tubo que parece la trompa y los demás elementos que puedes ver, que en principio no guardan relación. El método de Ernst para sus pinturas surrealistas era conseguir imágenes capaces de albergar otro tipo de significados a partir de juntar elementos dispares, como puedes ver aquí.

Hanno, el elefante blanco

Raffael de Urbino. El elefante Hanno. Dibujo sobre papel. 1514.

Si Saramago se inspiró en el viaje aventurero del elefante Salomón regalado por el rey Juan III de Portugal a su primo Maximiliano de Austria, parece que este no fue el primer elefante viajero.