La persona inteligente no es la que más sabe, sino la que ve más soluciones a los problemas
(Rodolfo Llinás)
Cada martes, profundizas en un tema a través de varias obras de arte. Semana tras semana, te sientes más seguro y convertirte en un experto está a tu alcance. El arte no es solo para unos pocos. Afíliate y descúbrelo:
Estimada/o amante del arte:
¿Sabías que Thomas Alva Edison era el peor de su clase y Pablo Picasso nunca pudo aprenderse el orden del alfabeto? A veces pensamos que las capacidades de niños y niñas se demuestran en la escuela, pero la mayoría de personas excepcionales no destacaron allí.
Hoy te presento a dos niños y dos niñas prodigio de la historia del arte. Todos ellos compartían una creatividad desbordante y un talento avanzado para su edad en el manejo de la técnica, además de una profunda sensibilidad emocional. Sus padres o sus maestros reconocieron su potencial y jugaron un papel crucial para fomentarlo. Su genialidad floreció desde la infancia y pudo desarrollarse plenamente, gracias a que todos los factores ambientales y emocionales se alinearon en la misma dirección.
Hoy en día existen cazadores de talentos deportivos que recorren los colegios de todo el mundo, porque ahí está el dinero. Quizás en cada niño y en cada niña hay una persona con altas capacidades. Quizás todo consiste en fomentar esa curiosidad individual que cada uno persigue apasionadamente.
Aberto Durero
Alberto Durero. Autorretrato a los 13 años. 1484. Albertina. Viena
La luz de la mañana se filtra a través de las ventanas angostas y se oye el suave tintineo de los martillos golpeando el metal. El horno de fundición calienta el espacio del taller de orfebrería. Alberto Durero, llamado el Viejo, observa a su hijo de trece años dibujando en un rincón, frente al espejo. Después de un rato, no resiste su curiosidad y se acerca. El corazón le late apresurado mientras deposita su mano sobre el hombro del muchacho. En ese instante, el brillante futuro de un gran artista acaba de comenzar.
Así pudo haber sido el día que Alberto Durero (1471-1528) realizó este autorretrato con una punta de plata sobre papel. Había elegido una técnica en la que no se podía rectificar ni una sola línea de lo trazado. El joven, mientras deambulaba por el taller de su padre, aprendía la importancia del detalle minucioso y el largo proceso que convierte una idea en un objeto precioso.
Dos años después, el padre lo envió con un maestro pintor. Estaba seguro de que el talento de su hijo no podía estancarse siendo orfebre. Después, ya conoces la historia. No solo fue un gran pintor y un grabador con una complejidad que no existía antes, sino que popularizó su trabajo, inventó el primer logotipo de la historia y luchó por sus derechos de autor, sentando el precedente para todos los artistas.
Además, fue pensador y teórico. Su profundo interés por las ciencias y las matemáticas le llevó a escribir importantes tratados sobre geometría, proporciones humanas y perspectiva. Su obsesión por transmitir al máximo sus investigaciones convierte a Durero en un verdadero genio del Renacimiento.
Afíliate para desbloquear todo el contenido y disfrutar de extras especiales. Tu apoyo es valioso, ¡GRACIAS!
Quiero afiliarme ahora (Si apre in una nuova finestra)
Sei già un affiliato? Accedi (Si apre in una nuova finestra)