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¿Por qué ya no puedes volar, mamá? -Porque he crecido, mi amor

(Peter Pan y su madre)

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Quizás las personas que vieron volar a otras, por primera vez, se sintieron como Peter Pan. Pensaron que todo podía ser posible y alcanzable y siguieron esos acontecimientos en masas. Desde que se inventaron los globos aerostáticos en Francia, los accidentes y momentos de triunfo fueron múltiples en muchos países y despertaron el interés de reyes y artistas por plasmar esos momentos históricos.

Un vuelo sin final feliz

(Si apre in una nuova finestra)
Antonio Carnicero Mancio. Ascensión de un globo Montgolfier en Aranjuez. 169 × 279,5 cm. 1784. Museo del Prado

Antonio Carnicero (1748-1814) pintó esta escena del primer vuelo de un globo aerostático en España, que tuvo lugar solo un año después de que los hermanos Montgolfier lo hicieran en Versalles, al presentar su invento a Luis XVI. Al evento español acudió la familia real y numeroso público. Uno de los hijos de Carlos III, el infante don Gabriel se interesó mucho por los globos e invitó a la corte al francés Jean-Pierre Bouch, que se encargaría de experimentar para él y de dirigir este acontecimiento. Desgraciadamente Bouch sufrió una aparatosa caída al elevarse el globo, algo que el cuadro no refleja. Aún así el infante encargó el cuadro para dejar constancia del hecho, digamos sin contar el final de la historia.

Francisco de Goya en su obra El globo (Si apre in una nuova finestra), recoge, casi treinta años más tarde, una escena situada en un valle, donde la gente, al verlo, corre a protegerse. Mientras la bucólica escena de Carnicero marca un acto festivo, Goya plasma la utilización de globos en la guerra de la Independencia por parte del ejército.

Como Antonio Carnicero también era un pintor de miniaturas, el cuadro te permite recorrer con todo detalle las vestimentas de la gente, tanto de la realeza y nobles como de la gente corriente. Pincha la imagen para ampliarla.

La primera mujer en globo

(Si apre in una nuova finestra)
John-Francis Rigaud. Los tres viajeros aéreos favoritos. 50,5 ×36,5 cm. 1785. Museo del Prado.

John Francis Rigaud (1742-1810) recoge el primer vuelo de un globo aerostático en Inglaterra. Los tres pasajeros son ilustres: Vincenzo Lunardi, el hombre de pie, George Biggin, pintor, y la actriz Letitia Ann Sage, la primera mujer en realizar este tipo de vuelo. Los tres están posando aquí para la historia, por eso Rigaud exagera el escenario con todos esos cortinajes y la bandera del país y elimina parte de la barandilla para que se vea bien a la mujer.

La curiosa historia es que la actriz era bastante más gordita de lo que se hizo pintar y el globo tuvo problemas para elevarse. (El periodista Carlos del Amor relata muy bien la historia). Lunardi decidió galantemente renunciar al vuelo para conseguir que se elevara al reducir peso. Él era el que más experiencia tenía y el primer hombre en volar un globo en ese país, un año antes de este evento. El vuelo duró pocos minutos, los suficientes para que los tripulantes se bebieran una botella entera de vino, quizás para aplacar el susto. (Lunardi también fue el primer aeronauta con éxito en 1792 en España, después del fracaso de Aranjuez).

El cuadro es de forma ovalada y está pintado sobre una plancha de cobre. Rigaud retrató a menudo a la burguesía y, algunas veces, tuvo que “retocar” algunas características para acoplarse a sus gustos

Un loco inventor mexicano

(Si apre in una nuova finestra)
Antonio González Orozco. Retrato de Joaquín de la Cantolla y Rico. 153 × 95 cm. Museo Nacional de Historia de Chapultepec. México.

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Argomento Arte y objetos/animales

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