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La cruz es el camino que conduce de la tierra al cielo

(Papa Francisco)

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La cruz es el símbolo iconográfico más potente del cristianismo y la frase del Papa te recuerda su todavía efectiva utilización en el marketing actual de la Iglesia. Si recorres España en estos días verás un Cristo clavado en una cruz en cada pueblo o ciudad. Es la semana santa, el tiempo de sacar todas las esculturas de Cristos sangrientos a las calles y seguir recordando a sus seguidores que el sufrimiento es la mejor opción para vivir. Tanto, que en el lenguaje popular se sigue diciendo que cada persona que sufre lleva una cruz.

La Iglesia ha sido uno de los mayores clientes del arte en todos los tiempos y por eso las representaciones de la crucifixión abundan. Pero también muchos artistas se han ocupado de este motivo sin que su destino fuera uno de los templos, unos por convicción religiosa y otros por dar una visión diferente del propio símbolo. Te invito a ver algunos ejemplos.

Una lección de anatomía

Thomas Banks. Crucifixión anatómica. 1801.

Al neoclásico Thomas Banks (1735-1805) se le considera el más original de los escultores británicos y disculpa que te muestre esta horripilante crucifixión, pero esconde una fascinante historia.

Banks, que era académico, quería demostrar, como profesor, que la mayoría de las representaciones de crucifixiones no eran correctas en su anatomía. Junto a otros dos pintores, consiguió el cadáver de un asesino al que la justicia acababa de ahorcar. Para confirmar su teoría lo clavaron en una cruz y le infringieron las mismas heridas que al Cristo. Como el cuerpo estaba todavía caliente, sus músculos se descolgaron por la gravedad, mostrando así la visión anatómica correcta. De ahí, Banks sacó el molde y lo rellenó con el material final de esta escultura.

Hasta casi mitad del siglo XIX a los anatomistas no se les permitía diseccionar cadáveres para su estudio y solo podían disponer de los cuerpos de los criminales ejecutados. Los artistas podían utilizar los moldes sacados de esos cuerpos, así que fue toda una aventura que a tres artistas se les dejara colgar al asesino en la posición del Cristo. El resultado, ya ves, estéticamente nada agradable y, sin embargo. se ha ganado su sitio en una capilla londinense.

Una crucifixión ajena al sufrimiento

Salvador Dalí. Crucifixión (Corpus Hypercubus). 194 × 124 cm. 1954. MoMa. New York

Esta no es la única crucifixión que pintó Salvador Dalí (1904-1989). Seguro que conoces su Cristo de San Juan de la Cruz (Si apre in una nuova finestra)de 1951, con esa perspectiva desde arriba tan espectacular. Al contrario que en la anterior, en esta te ves obligado a mirar hacia arriba para ver al Cristo levitando. Los cuadrados del suelo y los cubos que forman la cruz y los clavos toman el protagonismo.

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Argomento Iconografía y mitologías

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