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Todo fluye, nada permanece

(Heráclito)

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Una barca en un río o una laguna evoca siempre un ambiente de paz y tranquilidad porque se mueve a la velocidad de contemplación humana, sobre todo, si hay que accionarla a remo o vela y sin motores, como en estos cuadros.

Hoy te muestro cuatro ejemplos con simbolismos diferentes. Dos realizadas por las pintoras Asta Nørregaard y Mary Cassat y las otras dos por Joachim Patinir y Claude Monet. Cuatro obras de diferente contenido y épocas que expresan variados sentimientos tomando una barca como tema. Te invito a que compares como han resuelto pictóricamente el agua en cada obra.

La barca para el último viaje

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Joachim Patinir. El paso de la laguna Estigia. 1520-24. Museo del Prado.

La barca conducida por Caronte traslada un alma desde el lejano horizonte de la vida y se encuentra ahora en el cruce de la laguna Estigia donde tiene que elegir uno de los dos caminos que se abren a derecha e izquierda. Uno es el del Paraíso cristiano adornado con ángeles y un hermoso bosque. El otro es el del infierno de la mitología griega donde habitan el dios Hades y el fuego eterno. La barca pintada por Joachim Patinir (1480-1524) está en el centro del cuadro y es la protagonista de la escena. Por su posición no sabes si se dispone a tomar el camino oscuro o está haciendo una maniobra de giro para entrar a su derecha. Está situada exactamente en ese punto que te deja el final abierto.

La pintura está datada en los últimos años del artista por lo que tiene esa emoción de sonar a propia despedida. El horizonte es alto y deja atrás un bello y luminoso paisaje y, al mismo tiempo, te muestra la incertidumbre del artista ante el final de su vida. Creo que ese temor a lo desconocido no podía explicarse de manera más bella y sencilla.

La barca como metáfora de vida

Asta Nørregaard. Mujer en una barca. 1901.

La gran artista Asta Nørregaard (1853-1933) alcanzó mucho prestigio en su tiempo pues realizó grandes encargos y más de 300 retratos de la alta sociedad noruega. Estudió en Oslo, Múnich y Paris donde permaneció casi siete años hasta 1885. A sus 72 años se le dedicó en la capital noruega una gran retrospectiva de su obra.

Aunque pintó en muchas ocasiones la naturaleza salvaje de los fiordos, te muestro esta obra en la que una mujer sola está sobre una barca remando en un ambiente tranquilo y ya prácticamente en la orilla. La artista se encuentra en su mejor época profesional y emplea esta obra como metáfora de su propia vida. Todo parece en paz y, aunque sola, está cumpliendo sus objetivos con el arte. Es impresionante como soluciona los reflejos del paisaje en el agua y con su delicada pincelada y la riqueza de color te muestra su espectacular estilo.

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Argomento Arte y objetos/animales

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