Entre páginas y pinceles: el arte de los libros
Inicia este martes dando rienda suelta a tu creatividad y descubriendo el arte en solo cinco minutos de lectura. Descubre hoy cómo algunos libros se han transformado en verdaderas obras de arte. Afíliate ahora y disfruta de todo el contenido exclusivo.
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Se pensó que los libros como objetos desaparecerían, pero después de un viaje por el libro digital, son muchos los que regresan al papel para sentir la emoción del subrayado y el tacto de las páginas. Sin embargo, los libros gozan de ser fuente de inspiración para el arte en distintas épocas. Aquí tienes un recorrido.
Cuando las cosas no son lo que parecen
Giuseppe Arcimboldo (1526-1593) encontró un camino muy original para su estilo: hacer retratos antropomórficos con frutas, raíces, verduras, flores o, como en este caso, con libros y conseguir ganarse la vida con ello. Para sus contemporáneos renacentistas, estas alegorías llenas de misterio eran imágenes nuevas e innovadoras, y fueron muchos sus seguidores. Los surrealistas lo redescubrieron. Sus obras te invitan a contemplar la belleza y la diversidad de la naturaleza desde una perspectiva única y sorprendente.
Esta pintura se titula El bibliotecario y es de 1566. Parece un amontonamiento de libros, pero es el retrato grotesco de un caballero con el brazo apoyado, con cintas marca páginas dibujando sus dedos y una cortina que simula su capa. A veces, las cosas no son lo que parece.
Conoce a Van Gogh por sus lecturas
Vincent van Gogh (1853-1890) fue un gran lector y podía retener en su memoria pasajes enteros de los libros que leía. En las cartas que le escribe a su hermano Theo, le describe escenas de su lectura, le llama la atención sobre un detalle o le dice lo que le gusta y lo que no. Así, le cuenta que ha leído los libros sobre Tartarín de Tarascón de Alphons Daudet. También los de los hermanos Goncourt, Zola, Voltaire, Flaubert, Maupassant o Balzac. Y se atreve con Shakespeare en original, para mejorar su inglés. También lee artículos sobre otros artistas, como los del historiador del arte Charles Blanc, que le hacen apreciar a Delacroix. Y por supuesto, la Biblia y los evangelios.
Van Gogh pinta algunos cuadros con escenas inspiradas en sus lecturas. Pero también pinta los propios libros en varias obras. Cuando contemples un cuadro como este, el artista no te está mostrando qué formas tienen un montón de libros. Lo que te cuenta es el aspecto que tiene su mesa normalmente, las veces que necesita releerlos, lo dobladas que están las cubiertas y lo feliz que se siente porque forman parte de su vida.
La magia de los libros que cobran vida
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