Los perros son nuestra conexión con el paraíso

(Milan Kundera)

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Estimada/o amante del arte:

Por sus bondades, los perros han acompañado a los humanos desde el principio en todas las culturas y aparecen en sus representaciones artísticas. Para el racionalista Descartes, los perros eran criaturas sin sentimientos, pero Georges-Louis Leclerc le contradijo en 1755, casi un siglo después, publicando su revolucionaria Historia Natural en la que afirmaba que los perros podían experimentar multitud de emociones.

En el arte antiguo, los egipcios, romanos, griegos y celtas creían que los perros eran guardianes secretos de otros mundos, puentes entre la vida y la muerte. El dios egipcio Anubis de cabeza canina, se encargaba de guiar a las almas al más allá.

Estos animales han servido para la protección del hogar, la caza y el trabajo, pero también en las batallas y para mostrar el estatus social. Se domesticaron muy pronto y ya en Sumeria aparecen los primeros collares. Los griegos les añadieron púas para protegerles contra los ataques de lobos. Han sido símbolos de fidelidad, lealtad, valentía y buena suerte en muchas culturas. Por esa fidelidad, se representaban desde la Edad Media con los recién casados o con mujeres. En su regazo llegaron hasta las pinturas del siglo XVIII.

La pareja de porcelana de perros chinos Foo se encargaba de cuidar los hogares de sus propietarios. Los perros Tanuki japoneses se creía que se transformaban bajo la luz de la luna en criaturas diferentes y sus representaciones siguen presentes en negocios para garantizar su prosperidad. En otras culturas han formado parte de la familia y muchos artistas retrataron a sus mascotas. Picasso realizó 59 cuadros con su perro favorito Lump. De David Hochney tenemos 40 pinturas de sus dos teckel Stanley y Boodgie. Frida Kahlo pinta 55 obras con animales, entre ellas muchas con alguno de sus cinco perros: Changuito, Escuintle, Yasss, Xibalba y su favorito Señor Xolotx, todos de raza mexicana Itzcuintle. Warhol también pinta a Archie y Amos en varias ocasiones y Lucian Freud a Pluto y Eli con diferentes desnudos humanos y retratos

Perritos a la moda y en familia

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Lavinia Fontana. Esposa del noble Pierino Maselli, con seis de sus hijos. 1605.

En el Renacimiento, se puso de moda que las mujeres nobles se retrataran junto a sus perros mascotas. Lavinia Fontana (1552-1614) fue una pintora muy importante en su época y la primera en pintar desnudos. Sus retratos de la nobleza eran muy apreciados por su maestría en el detalle de los rostros, las joyas y las telas. Como la mayoría de las artistas de su tiempo, aprendió el oficio con su padre, también pintor.

En esta obra, realizada en Roma, la protagonista Blanca Uselli aparece con todo lujo de detalles junto a cinco de sus hijos varones, su hija Verginia, el perrito mascota en el centro del cuadro y un pajarito, atado al dedo índice del niño que lo sostiene. Sabemos el nombre de la niña porque está escrito sobre su cabeza. (Pulsa en la imagen) Todos miran al espectador, a excepción de los dos niños detrás de la madre que están despistados con su conversación. El cuadro también te detalla la moda del momento. El perrito es símbolo de la fidelidad de la mujer hacia su marido y, además, parte de la familia por los gestos de las manos. La hija pequeña y el animal son los que necesitan mayor protección de la madre.

Esta mujer murió con 37 años después de 19 partos. La propia pintora llegó a tener 11 hijos de cuya educación y cuidado se encargó su marido, mientras ella sostenía la economía familiar con la venta de sus cotizadas obras, algo poco habitual, pues el papel de madres las relegaba normalmente al hogar.

Perros héroes

Sir Edwin Henry Landseer. Miembro distinguido de la Sociedad Humanitaria. 1831. Tate Gallery

A partir del siglo XVIII los perros van ganando progresivamente protagonismo en las obras de arte, llegando a aparecer sin sus dueños o con estos en segundo plano. En el siglo siguiente ya se retratan perros individuales, famosos por sus hazañas, por su vida propia como tema (perra amamantando a sus cachorros) o también como emblemas de valentía o sabiduría.