Algunas puertas no solo conducen a nuevos mundos; ellas mismas son un mundo por descubrir
Miguel Angel Buonarotti
Cada martes, profundizas en un tema a través de varias obras de arte. Semana tras semana, te sientes más seguro y convertirte en un experto está a tu alcance. Recuerda que el arte no es solo para unos pocos.
😀 Si te gusta esta newsletter compártela con tus amistades porque solo puedo seguir escribiéndola con tu apoyo. Ninguna editorial la financia. Aquí puedes suscribirte. Gracias! 🙏🏽
Estimada/o amante del arte:
Las puertas siempre han sido más que simples elementos arquitectónicos de entradas o salidas: son símbolos universales de tránsito, cambio y misterio. En la literatura, la mitología y las tradiciones de todo el mundo, las puertas representan el paso entre lo conocido y lo desconocido, entre lo humano y lo divino, o entre diferentes estados del ser. Cruzar una puerta puede transformar al viajero y siempre es una invitación. A menudo, ese acceso implica un riesgo, ya que muchas de las puertas más importantes están custodiadas por guardianes o figuras que desafían, examinan o guían a quienes se atreven a cruzar.
Desde los cuentos de hadas hasta los textos religiosos, los guardianes aparecen con un propósito claro: garantizar que quien pase esté preparado. Piensa en San Pedro y las puertas del Cielo, evaluando las almas en busca de justicia y virtud. Así mismo, Caronte controla el acceso al Hades, y Anubis pesa los corazones de los difuntos ante las puertas del más allá.
Las puertas no son solo obstáculos o límites, sino también umbrales hacia nuevas posibilidades. ¿Qué hay al otro lado? De la literatura conoces la pequeña puerta de Alicia en el país de las Maravillas, la Puerta de los Cielos de La Divina Comedia, la Puerta Negra en Harry Potter o las puertas de Moira en El Señor de los Anillos, entre otras muchas.
También los rituales protegen de supersticiones o alimentan creencias: descalzarse a la entrada de la Mezquita, llevar a las novias en volandas al cruzar el umbral de la casa o abrir las puertas de casa cuando hay un moribundo para facilitar la salida de su alma.
Acompáñame a explorar el simbolismo que algunos artistas les han dado: desde las puertas físicas del Paraíso de Ghiberti o de Janis Kounellis hasta las pintadas por René Magritte y Elke Frankenthaler para descubrir el mundo que ellas mismas contienen.
La entrada al Paraíso

Lorenzo Ghiberti. Las puertas del Paraíso. 5,2 × 3,1 m. 1425-1452. Baptisterio de Florencia
Las puertas del Baptisterio de Florencia fueron bautizadas por Miguel Ángel como Las puertas del Paraíso y son una joya del Renacimiento. Al escultor le impresionaron tanto que imaginó que serían el acceso perfecto al cielo. En su tiempo supusieron una revolución técnica y artística por la manera en que están hechos los relieves y por el uso de la perspectiva.
Situadas al este, Ghiberti las realizó después de las de la zona norte. Empleó 27 años, son de bronce recubierto de una pátina dorada y constan de 10 paneles con escenas del Antiguo Testamento rodeadas por un marco con relieves y pequeñas esculturas. Los temas son Adán y Eva, Caín y Abel, Noé, Abraham e Isaac, Jacob y Esaú, José, Moisés, Josué, David y Goliat y Salomón y la reina de Saba.
No solo fascinaron a Miguel Ángel, sino también a Donatello o Leonardo da Vinci que encontraron en ellas inspiración técnica y narrativa. El hecho de contar esas historias hacia la calle era un modo de enseñar la biblia al pueblo.
El Baptisterio es uno de los edificios más emblemáticos de Florencia. Sus cimientos romanos indican que el templo estaba dedicado a Marte, el dios de la guerra, pero en la actualidad lo está al patrón de la ciudad, San Juan Bautista. Durante siglos todos los ciudadanos florentinos se bautizaban aquí por lo que el simbolismo del edificio transmite acercamiento a lo divino y pureza. Personajes como Dante Alighieri, el mismo Ghiberti o Andrea Pisano autor de las puertas del sur fueron bautizados aquí.
Pincha aquí para ver el edificio de planta octogonal y recubierto de mármoles (Opens in a new window), junto a algunas escenas de las puertas y la cúpula interior bizantina.
Interior-Exterior

René Magritte. El veneno. Gouache. 35×40 cm. 1939. Colección particular
Los cuadros del belga René Magritte (1898-1967) son aparentemente sencillos pero encierran muchos elementos metafóricos. El artista centra el protagonismo en un objeto, en este caso una puerta, y elimina todo elemento superfluo para resaltar el mensaje, que está abierto a tu interpretación.
Afíliate para desbloquear todo el contenido y disfrutar de extras especiales. Tu apoyo es valioso, ¡GRACIAS!
Quiero afiliarme ahora (Opens in a new window)
Already a member? Log in (Opens in a new window)