El amor es eterno mientras dura

(Vinícius de Moraes, poeta brasileño)

Te gustaría entender de arte sin tener que descifrar libros pesados? Cada martes te cuento una historia del arte diferente, amena pero rigurosa para aprender sin esfuerzo. Afíliate y descubre todos los secretos. Historias para valientes.

Estimada/o amante del arte:

Desde la cultura occidental, el besar en los labios nos parece un acto habitual dentro del ritual del afecto y del amor. Pero para otras culturas de África, América, Oceanía, Australia o de Japón esa forma del beso era totalmente desconocida. Tampoco se practicaba en China, donde sus dirigentes comunistas hicieron hincapié en los peligros de la contaminación bucal. En cualquier caso, era un acto privado y nunca público.

El arte occidental ha plasmado muchas obras con besos. Te muestro algunas.

El beso mágico

Marc Chagall. El cumpleaños. 80,5×99,5 cm. 1915. Moma. New York.

En el 27 cumpleaños de Marc Chagall (1887-1985) su esposa, la escritora Bella Rosenfeld, le lleva un ramo de flores. Así describe ella el cuadro que pintará Marc para atrapar ese bonito momento:

“…te echas sobre la tela que tiembla entre tus manos, agarras el pincel, aprietas los tubos de colores: rojo, azul, blanco, negro. Y me arrastras en el torrente de los colores. De improviso me levantas del suelo, y tú mismo te empujas con un pie, como si la pequeña estancia fuese demasiado pequeña para ti. Vuelas hacia el techo… Alcanzamos la ventana y queremos salir fuera. Tras la ventana nos llama una nube y un pedazo de cielo azul…”

Bella es su primera mujer y están juntos hasta la muerte de ella en 1944. En el cuadro puedes ver la tarta de cumpleaños sobre la mesa y cómo Chagall transforma la pintura en una declaración de amor por su mujer. Un amor que les transporta por los aires, que les lleva a volar en un mundo irreal. Su estilo es un tratamiento narrativo de la pintura en el que las imágenes se convierten en metáforas poéticas.

Marc y Bella se conocieron en 1909 y se casaron el mismo año en que pintó este cuadro. Un año después nacería su hija Ida. Ambas aparecen en muchas de sus pinturas.

El beso del abandono

Camille Claudel. Shakuntala o El abandono (Vertumno y Pomona). 91×80×41 cm. 1905. Museo Rodin. Paris

En 1905, Camille Claudel (1864-1943) realiza en mármol esta escultura que le encarga la condesa de Maigret. Se basa en un boceto en arcilla que había empezado en 1888, titulado Shakuntala. En mármol tiene un hermoso brillo y los personajes son rebautizados como Vertumno y Pomona, dioses del huerto en las mitologías griega y romana. Este trabajo afectó mucho la salud de Camille que sufrió continuas bronquitis por el polvo de la piedra. La escultura se expuso en el Salón de los Campos Elíseos ese año y fue recibida como “una auténtica obra maestra” en la prensa.