Cerca del mar, porque yo nací en el Mediterráneo

Este correo semanal tiene el propósito de acercarte al arte desde otra perspectiva y, a través de 5 minutos de lectura, despertar tu curiosidad para seguir aprendiendo. Si quieres apoyar su continuidad te animo a afiliarte individualmente o en grupo. Muchas gracias!

Estimada/o amante del arte:

La frase del título corresponde a la canción más famosa de la música española y es del cantante Joan Manuel Serrat. Y es que el Mediterráneo ha sido interpretado por los artistas que nacieron cerca de sus aguas y aquí te muestro algunas de sus obras.

Venus también nació en el Mediterráneo

(Opens in a new window)

El nacimiento de Venus. 172 x 278 cm. 1485-86. Galería Uffizzi de Florencia.

Sandro Botticelli (*?-1510 ) elige su mar Mediterráneo para pintar El Nacimiento de Venus. La diosa emerge de las aguas sobre una concha y a su derecha puedes ver como la recibe la primavera, dispuesta a tapar su desnudez con un manto de flores. A tu izquierda el viento Céfiro sopla suavemente para empujarla hacia la orilla. Se ha dulcificado por la buena influencia de su esposa Cloris/Flora que le acompaña ahora, pero a la que raptó, como puedes ver en el cuadro La primavera (Opens in a new window) del mismo artista, en el que los actores se repiten. Aunque el rapto ocurrirá más adelante de esta escena, el tiempo de los dioses funciona diferente al tuyo y por eso aparecen aquí los dos personajes ya como pareja. Como ambos cuadros estaban destinados a ocupar un mismo espacio, míralos juntos para completar la historia.

Botticelli hace uso de su libertad para interpretar la narración mitológica a su manera y también para provocar discusiones en la sociedad florentina, acostumbrada a comentar públicamente las obras de los grandes artistas. La escena es de gran belleza y la espuma de las olas va creando un tapiz sobre el que caminará la diosa. Esta es, quizás, la obra más popular en la que aparece el mar Mediterráneo.

El mar como escenario triste

(Opens in a new window)

Triste herencia. 210 x 285 cm. 1899. Fundación Bancaja. Valencia

El valenciano Joaquín Sorolla (1863-1923) pintó como pocos la luz intensa de su Mediterráneo, las orillas repletas de niños bañándose, pescadores faenando o damas engalanadas paseando. Pintó el trabajo de los bueyes entrando en el agua y las velas de las embarcaciones agitadas por el viento. Escenas costumbristas pero también de ocio y disfrute de sus aguas. Te invito a que hagas un recorrido por sus obras para ver el movimiento de las olas, los instantes lumínicos y la belleza de sus pinceladas.

Pero, el mar también le sirvió para denunciar temas sociales, como en esta obra titulada Triste herencia, en la que un grupo de niños huérfanos, con secuelas de la poliomielitis, se baña en la playa del Cabañal. Una imagen que contrasta la fragilidad de sus cuerpos enfermos con la potencia de la luz solar que remarca su dificultad para moverse. El mar se convierte en bálsamo para calmar las desgracias.

Puedes observar la obra de Sorolla en España, pero también en Nueva York, en la Hispanic Society (Opens in a new window) donde están las grandiosas pinturas murales que le dieron su gran reconocimiento internacional.

El mar evocador de recuerdos

(Opens in a new window)

Pablo Picasso. Las palomas. 100x80 cm. 1957. Museo Picasso Barcelona.