La guerra es la mejor escuela del cirujano

(Hipócrates c. 460 a. C. - c. 370 a. C.)

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Estimada/o amante del arte:

En la antigua Grecia héroes de guerra, médicos y maestros poseían la experiencia mayor sobre el cuidado de la salud. Hipócrates reunió todos estos conocimientos en el siglo V a.C. bajo el título de “Corpus Hippocraticum” y, hasta la edad moderna, la medicina se ha basado en las indicaciones de este hombre que fue maestro y médico. El llamado juramento Hipocrático sigue hoy vigente entre los médicos y propone un comportamiento ético con los pacientes.

Hoy te hablo de un grupo especial entre estos profesionales: los cirujanos/as, que intervienen directamente en el cuerpo para transformarlo en mayor o menor medida. El arte refleja cada faceta de la vida y todos los cuadros te muestran a hombres realizando ese trabajo. Acompáñame por este corto recorrido por las obras de El Bosco, Rembrandt van Rijn, Annie Stebler-Hopf y Remedios Varo

El cirujano de los locos

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El Bosco. Extracción de la piedra de la locura. 48×35 cm. 1501-1505. Museo del Prado.

Como se pensaba que la locura era provocada por una piedra en el cerebro, los cirujanos charlatanes hacían negocio en el siglo XVI con las supersticiones de las gentes y eso es lo que te cuenta El Bosco (1450-1516) con esta obra que refleja el momento de esa extracción. La composición tiene lugar en un círculo central rodeado de dos inscripciones en letras góticas doradas. En la superior dice “Maestro quítame pronto la piedra” y en la inferior “Mi nombre es Lubbert Das”.

Los cuadros de El Bosco están abiertos a diversas interpretaciones, tienen mucho sentido del humor y, a menudo, son anticlericales. Aquí, el artista te muestra una monja ignorante (representada por el libro en la cabeza) y un fraile alcohólico (con la jarra) contemplando la operación que se realiza al aire libre. El paciente está atado a la silla y un puñal atraviesa su bolsa de dinero, como símbolo de que está siendo estafado. Del agujero de su cabeza sale una flor que algunos interpretan como su sexualidad y el sombrero del cirujano en forma de embudo te hace dudar de su competencia.

Al extraer la razón de su locura el paciente se supone que recupera su juicio y puede volver a la iglesia, una institución que el artista no deja en muy buen lugar.

El cirujano profesor

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Rembrandt van Rijn. Lección de anatomía del Dr. Tulp. 170 × 217 cm. 1632. Mauritshuis, La Haya.

Quizás no sabías que este famoso cuadro fue pintado por Rembrandt (1606-1669) a la edad de 26 años, que fue el primero que hacía de retratos en grupo y que se atrevió a firmar con su nombre completo y no solo con sus iniciales. Lo primero que llama la atención es la vestimenta de gala de los médicos retratados. Compárala con las batas blancas de una sala de anatomía actual. Tampoco se ven instrumentos de cortar porque esa parte la llevaban a cabo los auxiliares y el Dr. Tulp, el más prestigioso cirujano de la ciudad de Amsterdam, se dedicaba a explicar los diferentes músculos al resto de los médicos presentes, cuyos nombres aparecen en el papel que sostiene el personaje del fondo. Este tipo de disecciones eran como espectáculos públicos que se celebraban una vez al mes en salas como teatros.